¿Qué es la regresión del sueño en bebés?
26/04/2022
Conseguir que un bebé tenga unos patrones de sueño regulares nunca es tarea fácil, y uno de los desafíos a los que los padres pueden tener que enfrentarse es a las denominadas regresiones del sueño. Llamamos regresión del sueño a esa situación que se produce cuando, de forma repentina, un bebé que se quedaba dormido con facilidad deja de hacerlo o pierde el ritmo de sueño con el que ya contaba y que era adecuado para su edad.
Señales de esto pueden ser que se despierte más veces durante la noche, que ya no duerma las siestas que se tomaba antes, que tarde más de lo normal en dormirse o que proteste y llore a la hora de tener que hacerlo.
Estas regresiones pueden darse más de una vez y en diferentes momentos durante los primeros dos años de vida, y suelen durar entre dos y seis semanas. Se trata de algo temporal, por lo que después de este tiempo, su patrón de sueño volverá a la normalidad.
Las etapas más comunes en las que se producen tienen una razón de ser. Coinciden con los conocidos como hitos del desarrollo, momentos en los que el bebé empieza a practicar nuevas habilidades que le producen excitación y en las que centra toda su atención: gatear, sentarse, ponerse de pie, hablar… Por lo que podemos afirmar que estos progresos en el desarrollo se traducen en alteraciones del sueño.
Las edades más comunes en las que suele producirse una regresión del sueño son las siguientes:
- A los 4 meses, cuando los bebés adquieren el ritmo circadiano y su ciclo biológico de sueño cambia.
- Durante los primeros 8 o 9 meses, suele ser la regresión más larga y pronunciada, ya que aparece la angustia de separación de su madre. Además, salen los primeros dientes, empiezan a decir sus primeras palabras y a gatear.
- En el primer año, es cuando empiezan a reducir las siestas.
- A los 18 meses, momento en el que se vuelven algo más independientes y curiosos.
Es importante mencionar que no todos los niños las pasan, ni las tienen que vivir todas o con la misma intensidad; pero que se trata de algo natural que muchos experimentan y que no condicionará el futuro ciclo de sueño de nuestros más pequeños.