Personas que duermen poco
07/02/2023
¿Duermes entre 4 y 6 horas diarias? Si es así, podríamos decir que duermes “poco”.
Realmente no hay un mínimo de horas requerido para dormir, pero todos los cuerpos y mentes necesitan dormir lo suficiente. Pero, ¿qué es lo sufienciente?
Según la National Sleep Foundation en adultos, las horas idóneas para dormir son entre 7 y 9 horas diarias. Entonces, todos aquellos que no duerman esta cantidad de horas durante un periodo largo de tiempo, se las asocia con que tienen falta de sueño.
La falta de sueño o la mala calidad del sueño es un problema en la sociedad española: “El porcentaje de españoles que duerme mal (58%) supera al de los que aseguran disfrutar de un sueño reparador (43%); 75% despierta al menos una vez por la noche, y la media de sueño diaria entre semana es de 6,8 horas.” ( ver: Medscape).
Los estudios demuestran que la pérdida de sueño y la mala calidad del sueño también provocan accidentes laborales y lesiones en el trabajo. Además, aquellos que duermen poco, también se dan de baja más días de enfermedad por accidentes.
IMPACTO EN NUESTRA SALUD
La ciencia nos ha demostrado que no dormir las 7-9 horas de sueño nocturno recomendadas provoca muchas más consecuencias que estar cansado.
La falta continua de sueño se ha asociado estrechamente con hipertensión, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, obesidad, diabetes, depresión y ansiedad, disminución de la función cerebral, pérdida de memoria, un sistema inmunitario más debilitado, tasas de fertilidad más bajas y trastornos psiquiátricos.
Una persona se considera que duerme poco cuando necesita más horas para sentirse despierta, alerta, concentrada, etc.
Los efectos a largo plazo de la privación del sueño son reales.
Los cambios específicos del embarazo pueden afectar a las rutinas de sueño, a la arquitectura del mismo y su continuidad. Empeoran las condiciones del sueño preexistentes o conducen a nuevos transtornos del sueño
Los cambios hormonales en el embarazo y la lactancia aumentan la actividad neuronal, afectan al impulso respiratorio y controlan la distribución del sueño.
También factores anatómicos y fisiológicos, como el estiramiento de los ligamentos, las contracciones uterinas o el movimiento fetal, provocan la interrupción y la fragmentación del sueño.
¿Qué se puede hacer?
- Mejorar la higiene del sueño: establecer ciclos regulares de sueño y vigilia, evitar las siestas y la cafeina.
- Controlar estímulos: ir a la cama solo cuando se tiene sueño y levantarse de la cama durante los despertares prolongados.
- Minimizar la ingesta de líquidos antes de acostarse para evitar levantarse para ir al baño en la noche.
- Controlar las molestias físicas utilizando el apoyo con almohadas o el calor local.
- La terapia cognitiva conductual. ejercicio y la meditación pueden ayudar con el insomnio.
Es probable que esto no mejore y siga el insomnio presente durante meses del embarazo.
Lo que si que sería imprescindible, es que el conjunto de descanso que utilizas, sea el mejor para tí, el más cómodo y el que te aporte más confort cuando vayas a la cama.
Si todo lo demás falla, con un buen colchón te aseguras que tu salud sea mejor: