Cómo elegir una almohada

Existen diferentes tipos de almohadas según las necesidades que tengas o tu forma de dormir. Cuando hay que escoger una almohada lo mejor es regirse por varios trucos como escoger el material, el tamaño y vigilar la postura en la que dormimos para poder optar por una almohada u otra.
Podemos elegir numerosos materiales para nuestras almohadas, pero los más recomendados para un buen descanso son:

• Fibra. Permite una fácil absorción de la humedad debido a su material, se puede lavar sin problemas y por ello, ofrece una magnífica comodidad, frescura y transpirabilidad.
• Látex. Su estructura interna de células abiertas permite más ventilación e higiene. Suelen ser suaves y agradables al tacto.
• Viscolástica. Se adaptan a la forma de cabeza y son termosensibles por lo que proporciona un apoyo perfecto para el cuello y ofrece un descanso completo a la zona cervical.
• Espuma. Es un material que se puede adaptar según las necesidades y gustos del durmiente.
• Pluma/plumón. Las almohadas con relleno de plumas son blandas, se deforman, pero vuelven rápidamente al punto de partida. No sujetan bien el cuello. Este tipo de almohada está más pensado para los que duermen boca abajo

Tras escoger el material, quizás una de las características principales a la hora de escoger almohada es la postura que se tiene al dormir.

• Boca arriba. Si se duerme boca arriba lo ideal es escoger una almohada con un grosor y firmeza intermedios, que apoye la cabeza y nuca sin necesidad de estar algo incorporado.
• Boca abajo. Si se duerme boca abajo debe escoger una almohada que permita a la cabeza estar alienada con el cuerpo, sin forzar, por lo que lo ideal es que sea fina y blanda para no generar malas posturas.
• De lado. Cuando se duerme de lado se debe escoger una almohada de firmeza media, ya que si se escoge una fina el cuello no reposaría bien y la cabeza estaría caída; mientras que si se escoge una alta, se forzará la postura en posición contraria.